Salvamento marítimo rescató este lunes a 260 personas de varios sitios alrededor de la costa de andalucia en el fin de semana empezando el viernes del 9 de noviembre, llevando el número de migrantes que han muerto en el mar mediterraneo este año a más de 600.

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        Según el salvamento marítimo, la tripulación en un barco de rescate que se llama Sar Mastelero divisó dos botes abarrotados en el mar alborán (al sur de España) y imediatemente actuaron para salvar las vidas de los 139 migrantes empaquetados en los dos balsas. 

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        Más adelante en el mismo día, el barco de rescate Concepción Arenal encontró otros 63 migrantes en varios balsas de goma, los rescató y los trajeron a Almería. Aunque estos migrantes llegaron sano y salvo a la costa española, hubo otros que no tuvieron el mismo suerte. Se encontró el cuerpo de un hombre de África subsahariano en la orilla de Ceuta, y otro cuerpo apareció en Cádiz. Dos más cuerpos fueron recuperados de una balsa con 15 migrantes que había alcanzado la playa de Chilches en Málaga en el sábado. Las circunstancias en torno al motivo de sus viajes no están claro. 

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       Estos acontecimientos recientes iluminan una crisis de inmigración grave y un debate más amplio sobre las maneras de enfrentar el desafio complicado de como manejar la inmigración. Por un lado, la mayoría de estos tipos de inmigrantes son refugios escapando de los conflictos de África, el Oriente Medio y otros sitios peligrosos. No tienen ninguna otra opción - si quedan, enfrentarán una muerte casi segura. Por otro lado, estos conflictos no necesariamente implican la responsibilidad de paises europeos - al menos desde la perspectiva de sus leyes respectivas. Es decir que la responsiblidad de países como España y Italia  - donde llegan muchos inmigrantes por el mar - existe en una zona gris y incierta. 

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Giuseppe Conte (izquierda), primo ministro de Italia, y Matteo Salvini (derecha), ministro del interior, promueven el decreto salvini. 

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        En septiembre de 2018, el consejo de ministros italianos aprobó "el decreto Salvini" que tiene el propósito de limitar las protección de los inmigrantes vulnerables y facilita las expulsiones de inmigrantes que sean considerados "un peligro social" o que ya tengan una condena en primer grado. El decreto no sólo es controvertido sino que corre el riesgo de ser declarado inconstitucional. Con la llegada del nuevo gobierno italiano que está en contra de la inmigración, en conjunto con el creciente número de refugios de zonas peligrosas, España se ha convertido en un destino imprescindible para los inmigrantes. Para muchos de ellos, el país es su única esperanza.

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